domingo, 12 de abril de 2009

A 27 años del Hundimiento del Crucero General Belgrano


A veintisiete años del Hundimiento del Crucero Gral. Belgrano

Reflexionar sobre la Historia nos permite crecer como sociedad. Por ello me propongo acercarte brevemente la del Crucero Gral. Belgrano, con motivo de un nuevo aniversario de su hundimiento. Sus singularidades pueden despertarnos inquietudes y el deseo por conocer la verdad de nuestra Historia más reciente que, a título personal, todavía espera un debate autocrítico, serio y responsable.
El Crucero ARA Gral. Belgrano fue comprado a la marina estadounidense por el Gral. Perón en 1951. En ella servía bajo el nombre de USS Phoenix. La acción no le era desconocida: defendió la bahía de Pearl Harbor ante el bombardeo japonés (II Guerra Mundial, 1941) y luego formó parte de las campañas de la Séptima Flota Norteamericana.
Su primer nombre en la Armada Argentina fue Crucero ARA 17 de Octubre –en honor al 17 de octubre de 1945, fecha fundacional del Peronismo-. Paradójicamente en 1955 integró las fuerzas de la autodenominada “Revolución Libertadora”, siendo el encargado de dar el ultimátum de bombardeo a la destilería YPF de La Plata, acción con la que forzó la caída del mismo gobierno constitucional que lo había adquirido. Días después fue rebautizado: así el Crucero ARA 17 de Octubre pasaría a denominarse definitivamente Crucero ARA Gral. Belgrano.
Más tarde, con 30 años de servicio, y siendo el último crucero de su tipo en actividad en todo el mundo, intervino en el conflicto con Chile –soberanía del canal de Beagle y sus islas Lennox, Picton y Nueva, 1978-, y por último en la Guerra de Malvinas. Ushuaia es el último puerto que guarda su recuerdo. Por las características del equipamiento bélico moderno tantos años de servicio ponían en desventaja a la nave, aun teniendo en cuenta la actualización de armamentos a la que había sido sometida.
Hacia el 2 de abril de 1982 el Belgrano estaba en pleno proceso de reparaciones y mantenimiento anual, por lo que no formó parte de la flota que había zarpado el 28 de marzo hacia el sur. Su incorporación se produjo recién el 16 de abril. Llevaba 1093 tripulantes. Junto a sus escoltas (Destructor ARA Bouchard; Destructor ARA Piedra Buena; Aviso ARA Gurruchaga) debía defender la costa patagónica ante un posible ataque inglés y vigilar la zona sur de las Islas y el Cabo de Hornos.
A las 17 hs. del domingo 2 de mayo dos torpedos disparados desde el Submarino nuclear HMS Conqueror provocaron el colapso de la metálica estructura. Con ello, la vida de 323 personas se extinguía. El total de las bajas constituye la mitad del total de argentinos que murieron durante el conflicto. Muchos desaparecieron en el lugar del siniestro, o fallecieron horas después a causa del congelamiento o graves heridas y quemaduras procuradas al abandonar la nave. El hecho se produjo al sur de la línea de exclusión de combate fijada unilateralmente por el gobierno británico. Atrás quedarían los esfuerzos del presidente peruano Belaúnde Terry por mediar buscando el cese de las actividades, las votaciones de las Naciones Unidas (Res. 502), tratativas en la Organización de Estados Americanos (OEA) o las discusiones para la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). El rescate de los sobrevivientes comenzó un día después.
El 14 de junio se produjo la rendición de las fuerzas argentinas, formalizada por Gral. Menéndez ante el Gral. británico Jeremy Moore. Esto puso fin al conflicto armado pero no al litigio de soberanía: nuestro país no renuncia a sus Derechos Jurídicos, Geográficos e Históricos sobre los 12.000 km2 de sup. insular.
Un siglo atrás la posibilidad de que Argentina y Gran Bretaña se enfrentaran era algo sumamente improbable. Capitales británicos habían instalado en nuestro país ferrocarriles y frigoríficos por ej., que ayudados con un trato preferencial por parte de la dirigencia vernácula tuvieron un papel importante en el comienzo de la economía nacional.
En lo interno la dictadura nos dejó un legado de muerte y atraso: 30.000 desaparecidos, una guerra, el incremento abismal de la deuda externa –por citar sólo algunas aberraciones- marcan el ocaso de los regímenes militares que gobernaron nuestro país desde 1976.
Muchos hombres murieron. Sus familias debieron reconstruirse. En su momento los responsables prefirieron el silencio y las sombras.
Para todos los caídos el descanso en paz. Para los que volvieron, familiares, y las generaciones venideras el convencimiento de que ni las armas ni la muerte son el camino a seguir.

Enviado por Mario Flores Monje

1 comentario:

  1. Me encanta esta pagina me es muy interesante la historia de Malvinas !!!
    Me encantaría que recuperemos nuestras islas por que las Malvinas SON ARGENTINAS!!

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gracias por comunicarte con nosotros!!!